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Siouxsie & The Banshees – Through The Looking Glass (1987, Polydor)

El disco de versiones es otro de esos formatos que, dependiendo de quien lo utilice, puede convertirse en un mero ejercicio de autocomplacencia -con la excusa de recuperar la inspiración perdida- o en una muestra incontestable de talento a raudales. Afortunadamente, Through The Looking Glass es parte del segundo lote, y de paso, consolidó la maestría de Susan Janet Ballion y los suyos a la hora de lidiar con material ajeno.

Tras regresar de la gira promocional de Tinderbox (1986, Wonderland/Polydor), álbum que les tomó un año completo de trabajo, la banda deseaba hacer un trabajo más espontáneo, junto con testear al guitarrista John Valentine Carruthers (ex integrante de Clock DVA, quien aún estaba teniendo dificultades para encontrar su voz propia dentro del grupo) por lo que prácticamente minutos después de desempacar, se metieron al estudio durante 2 meses con el productor Mike Hedges para concretar este proyecto al que llevaban dándole vueltas desde 1983, cuando grabaron su versión de “Dear Prudence”, original de The Beatles. En un guiño al omnipresente David Bowie y su disco Pin Ups (1973, RCA), donde el Camaleón hizo suyas sus canciones favoritas de la movida del Swingin’ London, Siouxsie y los Banshees se basaron mayormente en el cancionero de sus héroes de fines de los 60s hasta la segunda mitad de los 70s: Iggy Pop, John Cale, Roxy Music, Kraftwerk y The Doors son solo algunos de los artistas cuyas composiciones son reinterpretadas en este trabajo que toma su título del libro de Lewis Carroll, secuela de “Alicia En El País De Las Maravillas”. Y tal como en esa obra Alicia se encontraba con un mundo mágico lleno de personajes peculiares al pasar al otro lado del espejo, con las canciones de este álbum ocurre algo similar: Se transforman y adquieren nuevos colores y nuevas formas sin perder su esencia, que es básicamente lo que pedimos de un buen cover.

Para este disco además la banda contrató a una sección de bronces, a una arpista y al multiinstrumentista Martin McCarrick (parte de This Mortal Coil, el “supergrupo” del sello 4AD), encargado de los arreglos de cuerdas en temas como la hipnótica “Trust In Me” (parte del soundtrack original de “El Libro De La Selva” lanzado por Disney en 1967), la arrebatadora “This Wheel’s On Fire” (compuesta por Bob Dylan y Rick Danko en 1967 durante las sesiones que se editarían ocho años después como The Basement Tapes, y grabada también por The Band en el inmenso Music From Big Pink de 1968) o la inefable “Strange Fruit”, compuesta por Lewis Allan y popularizada por Nina Simone, que tras un dramático inicio a base de voz y cuerdas se transmuta en una mezcla de cabaret decadente y marcha fúnebre con toques jazz que cierra el lado 1 del disco.

Hay momentos más propulsivos, como la dupleta inicial con “This Town Ain’t Big Enough For The Both Of Us” (original de Sparks), la kraftwerkiana “The Hall Of Mirrors” (alabada por el mismísimo Ralf Hutter en una entrevista de la época), la arrolladora “Gun” (publicada por John Cale en 1974) o la eterna “The Passenger” (Iggy Pop/Rick Gardiner), cuyo irresistible arreglo de vientos – cortesía de Pete Thoms y Luke Tunney, viejos conocidos gracias a su aporte en el single “Right Now” de The Creatures- se queda para siempre en el disco duro de quien la escuche.

Más misteriosas y oscuras son sus apropiaciones de la deseperanzada “You’re Lost, Little Girl” (publicada por The Doors en Strange Days, de 1967) y “Sea Breezes” – una de las gemas del debut de Roxy Music- que logra recrear el intenso imaginario creado por Bryan Ferry con nuevos ropajes instrumentales que incluyen sintetizadores a cargo de McCarrick, quien pasaría a ser parte de la banda tras la grabación del disco, al mismo tiempo que John Valentine Carruthers era reemplazado por Jon Klein. Para el final, se despachan una reinterpretación de “Little Johnny Jewel”, una joya de la época primigenia de Television, lanzada como single en 1975 y recuperada luego en el cassette en vivo The Blow-Up (1982, Roir), además de incluirse como bonus track en reediciones del excelso Marquee Moon (¡977, Elektra). Una cosa poca.

Más que recomendable, este disco funciona tanto como una clase maestra de cómo versionar a tus héroes sin fracasar en el intento, así como un muestrario para descubrir bandas o solistas que por algún motivo pasaron bajo tu radar. Indispensable.

Siouxsie and the Banshees - Through the Looking Glass; 12" LP

 

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