Formados en 1994 en Ruston, Louisiana -a partir de las cenizas de proyectos primerizos como Cranberry Life Cycle y Synthetic Flying Machine- por Bill Doss y Will Cullen Hart, The Olivia Tremor Control fue, junto a Neutral Milk Hotel y The Apples In Stereo, una de las tres bandas fundadoras del colectivo The Elephant 6 Recording Co. que agitaron los 90s con su interesante revisión de la psicodelia y el pop.

Unidos por su mutua admiración hacia la música de los 60s, el nuevo grupo de Doss y Cullen Hart -amigos de infancia- se movía dentro de coordenadas muy claras: Los Beach Boys de Pet Sounds y el frustrado Smile, los Pink Floyd de The Piper At The Gates Of Dawn y los Beatles de Revolver y Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, junto a la vanguardia ligada a movimientos como Fluxus y la música concreta / electroacústica vía los experimentos de Yoko Ono y Frank Zappa. Fue Jeff Mangum, viejo amigo y tercer integrante de Synthetic Flying Machine, quien propuso el nombre de la nueva banda, donde estuvo tras la batería hasta 1995, año en que se retiró para concentrarse en los imprescindibles Neutral Milk Hotel.
Acompañados por John Fernandes (bajo, violín, clarinete), Pete Erchick (teclados) y Eric Harris (batería, theremin, guitarra), Doss y Hart reunieron canciones nuevas junto a composiciones de la época de Synthetic Flying Machine para debutar el mismo año de su formación con el EP California Demise (Elephant 6 Recording Co.), antesala del doble LP Music For The Unrealized Film Script “Dusk At Cubist Castle” (1997, Flydaddy), una impresionante colección de orfebrería psicodélica, pop perfecto y loops de cintas ensamblados a partir de 200 canciones que habían quedado sin ser grabadas, compuesta con la intención de ser la banda sonora de una película que tendría a Yoko Ono como protagonista… aunque la viuda de Lennon jamás se enteró de que estaba considerada para ese proyecto. Tras experimentar con la música concreta bajo el alias de Black Swan Network en The Late Music: Volume One (Camera Obscura, 1997) y el álbum “colaborativo” Black Swan Network vs The Olivia Tremor Control (1997, Flydaddy), la banda puso manos a la obra en preparar su siguiente placa, en la cual sus fans le echaron más de una mano: En las notas interiores del álbum anterior pedían, a quienes estuvieran dispuestos, que enviasen cintas en donde describiesen sus sueños, grabaciones que terminaron siendo sampleadas y esparcidas a lo largo de esta segunda obra.

Registrado entre 1995 y 1998 utilizando grabadoras de cinta de 4 y 8 pistas con la ayuda de Robert Schneider (The Apples In Stereo) a cargo de la producción y colaboradores como Jeff Mangum, Julien Koster y Scott Spillane a cargo de una artillería de instrumentos como vientos, guitarras y sierra ejecutada con arco de violín, el laberíntico Black Foliage • Animation Music • Volume One conserva la capacidad de crear canciones perfectas intervenidas con grabaciones de campo y sonidos manipulados, aunque se inclina más hacia el lado ambiental/electroacústico, jalonando la placa con experimentos que duran desde 4 segundos (“The Sky Is A Harpsichord Canvas”) hasta los 11 minutos de “The Bark And Below It” o las varias partes de “Combinations” y “Black Foliage: Animation”, éstas últimas enlazadas entre sí por una característica línea de bajo que sirve de base para que cada segmento se encamine en diferentes direcciones, creando atmósferas oníricas, algunas más desasosegantes que otras, pero que siempre nos develan algún nuevo detalles con cada escucha, que, según sus autores, pretenden evocar la imaginería de los filmes animados.
Más oscuro que su predecesor, y también más abrumador en un primer momento, éste no es un disco apto para gente impaciente: Luego de unas cuantas pasadas, Black Foliage • Animation Music • Volume One se revela a sí mismo como uno de los trabajos psicodélicos más estimulantes que se hayan editado. El caos controlado producido por los músicos no es producto de un instante de inspiración fugaz: Cada sonido, cada nota, incluso cada siseo de las cintas manipuladas es producto de un minucioso trabajo en donde, poniendo atención, se descubre que hay ideas suficientes para otros cinco álbumes más. Esta es, precisamente, la principal ventaja y al mismo tiempo la debilidad de este trabajo, que deslumbra con destellos de genialidad -a veces demasiado- fugaces para saborearlos por completo. Quizás ésta haya sido la intención desde el principio, pues viendo todo en perspectiva, cada uno de sus discos parece una parte de un gran cuadro que sólo ahora podemos apreciar en su totalidad. La lírica de las canciones tampoco es dejada a su suerte, y acá el tándem Doss-Hart elabora textos a partir de temas como la individualidad (“Hideaway”), la narrativa oblicua marca de la casa (“California Demise 3”), lo inexplicable (“I Have Been Floated”), la percepción (“A Peculiar Noise Called “Train Director”), o el concepto budista del Bardo (estado intermedio/de transición entre la muerte y el renacimiento), que permea varias de las composiciones incluidas en el álbum.
Tras el lanzamiento de este disco y los consiguientes compromisos promocionales, los rumores de disolución comenzaron a hacerse cada vez más frecuentes, y a finales de 2000 se confirmaba que The Olivia Tremor Control entraban en un receso indefinido. Mientras sus primeras grabaciones eran recopiladas en el volumen Singles And Beyond (2000, Emperor Norton), las cabezas pensantes se dedicaron a proyectos personales como The Sunshine Fix (Bill Doss) y Circulatory System (Will Cullen Hart). Solucionadas las diferencias, en 2005 la banda volvió a reunirse para dar una serie de shows en Estados Unidos y en la edición británica del desaparecido festival All Tomorrow’s Parties. Durante el otoño de 2008, se sumaron a la gira Holiday Surprise junto a todos los miembros del colectivo Elephant 6, y al año siguiente, Will Cullen Hart anunciaba que estaban trabajando en nuevas composiciones para un próximo disco. Entre más conciertos y apariciones en festivales, las novedades discográficas fueron apareciendo con cuentagotas: En 2010, la canción “North Term Reality” fue incluida en el recopilatorio AUX Vol. 2 (Ideas For Creative Exploration), y en 2011 se liberó como single la suite de 3 partes “The Game You Play Is In Your Head”, sin aclarar si era o no un adelanto del nuevo álbum, mientras continuaba el alegre ritmo de presentaciones en vivo ante nuevos y antiguos fans que los esperaban casi con un fervor místico. Sin embargo, tras la comparecencia en el Pitchfork Music Festival de Chicago, el 31 de julio de 2012 todo llegó a un abrupto fin al anunciarse la inesperada muerte de Bill Doss a los 44 años, aparentemente a causa de un aneurisma, poniendo punto final a la existencia de The Olivia Tremor Control.
Lanzado en plena época de la tensión pre-milenio, el miedo a la supuesta falla digital del Y2K y el enésimo fin del mundo que nunca sucedió, Black Foliage • Animation Music • Volume One establece un contacto directo con el inconsciente de quien esté dispuesto a perderse en el caleidoscopio sonoro de sus surcos, extensión del arte de portada, diseñado por Hart. Para eso, qué mejor para hacerse con esta hermosa edición de época, disponible en la de la música bonita, y emprender el viaje. La satisfacción está garantizada.
Pablo Renato